Estoy en una situación distinta, donde la gente en la que solía apoyarme no está. Distinta en ese sentido, pero nada más, porque solo sé estar. Me acordé en este momento de un episodio de Friends en el que Joey se va a vivir a un departamento y deja a Chandler. Luego de vivir un rato le dice a Ross algo así como "Es que creí que estar solo estaría bien, porque así podría tener tiempo de pensar y meditar en lo que pienso....pero resulta que la verdad no pienso mucho" jaja.
Bueno, no es el caso conmigo, lo que pasa es que a veces son tantas las cosas que se me ocurren y las ideas que me vienen que me hago bolas y siento que la velocidad de mi lápiz es muy inferior a la de mi cabeza.
Y es ahí donde entra la música. Cuando no puedo sacar vapor a través de la tinta y el papel, sólo tengo que estirar la mano, tomar mi guitarra y cantar lo que otros han escrito antes de mi. Cantar el vapor que otros lograron sacar y lograron plasmar en tinta, papel y notas...y funciona de maravilla.
No hay como cantar y cantar y sentir como tus venas en el cuello están a punto de reventar hasta que la voz se desgarra, y mientras se desgarra, uno sana. De manera temporal claro...pero sale el vaporcito y todo vuelve a la normalidad.
No sé que haría sin la música. La mía, la ajena, la que sea...
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