viernes, 6 de octubre de 2006

El Louvre o Porfirio.
De agosto del 2004 a agosto del 2005 estuve en Europa, me fui de intercambio a Madrid. Durante ese año tuve la oportunidad de aventarme 4 mochilazos y conocer 25 países. Una de las cosas que más me llamó la atención cuando regresé a México era lo que pasaba cuando contaba como me había ido en Paris. Todo mundo me preguntaba que si que me había parecido el Louvre. Y les decía que no había ido porque en realidad estaba viajando con muy poco dinero, sobre todo ese último viaje que fue de 5 semanas, y pues la entrada del museo estaba carísima. Entendían la razón y ya todo bien. Pero cuando les decía que lo primero que hice llegando a Paris fue ir a ver la tumba de Porfirio Díaz, entonces ahí se indignaban y me reclamaban “Como pudiste haber ido a ver a Porfirio Díaz y no al Louvre”. Y esto la verdad me sacaba de onda, pues cada quien tienes sus inquietudes, como diría el Cheo “imagínate si a cada wey le gustara la misma vieja”. Además lo que más me molestaba era el malinchismo, era casi un pecado no ver el Louvre, ni siquiera la tumba de Jim Morrison, pero sí la tumba de Porfirio Díaz, uno de los personajes más importantes de la historia de México. Además, a mi la verdad no me gusta mucho hacer lo que todo mundo hace, por ejemplo, en Paris sólo estuve 4 días, pero en cambio en Bulgaria, no sólo estuve, sino viví un mes. Claro que había otra razón para estar tanto tiempo en Bulgaria, jeje, pero a mi me llamaban más la atención los países del este de Europa, ir a donde casi nadie va y muchas veces llegue a escuchar: “eres el primer mexicano que conozco”. La neta yo regresé contentísimo de mis viajes, de mis aventuras, y no me arrepiento de no haber entrado al Louvre, me hubiera arrepentido de haber ido a Paris y no haber visitado la tumba de Don Porfirio. Pero algo chido que me pasó en Paris fue cuando camine desde Notre Dame hasta el Arco del triunfo. Fue a plena luz del día, con el sol a todo lo que daba y fue una caminada de varias horas. Y cuando llevaba recorrido ya la mitad de los Campos Eliseos, no sé porque me detuve, y voltié hacia atrás. Y me di cuenta de lo siguiente: cuando salgas a caminar, de vez en cuando voltea hacia atrás, te sorprenderá lo que verás del camino que acabas de pasar. Alratillo!!!

2 comentarios:

Chika de zapatos rosas dijo...

orale que cura que te fuiste un año, y que tuviste la oportunidad de andar de mochilazo!!

El Andariego dijo...

Así es, la verdad estuvo muy curada :)